viernes, 10 de octubre de 2008

"AL FUTBOLISTA ARGENTINO LE FALTA ATREVIMIENTO"

NORBERTO MADURGA, UNO DE LOS MÁS EXTRAORDINARIOS MEDIOCAMPISTAS DE LA HISTORIA DE NUESTRO FÚTBOL SOSTIENE QUE HOY SE CORRE MÁS DE LO QUE SE PIENSA. REIVINDICA EL FÚTBOL VISTOSO EN DETRIMENTO DEL RESULTADISMO Y EXPRESA SU AMOR POR BOCA, CLUB EN EL CUAL FUE ÍDOLO Y FIGURA RELEVANTE EN EL CAMPEONATO DE 1969.


-Hace dos semanas, ingresaba al césped de una Bombonera repleta, el sol a pleno y una plaqueta en conmemoración a su carrera futbolística, ¿Qué recuerdos tiene de ese momento? ¿Cuando uno deja el fútbol se siente olvidado?
-Muy lindos recuerdos. Aunque, en realidad esa no fue una iniciativa del club sino de “Cacho” Laudoneo. Creo que el olvido es en general del fútbol. Cuando uno lo deja, lamentablemente, la única que te recuerda es la gente. A eso le estaré eternamente agradecido, al cariño de la gente.

-Sorpresivo es que futbolistas actuales carentes de riqueza técnica, tengan un mayor reconocimiento que el que tuvieron los cracks de su época. Además, quienes lo vieron jugar dicen que usted fue uno de los mejores “cinco” de la historia argentina…
-Es una cuestión de tiempo. Los jóvenes de hoy no me han visto jugar. Lo lamentable sería que la gente de antes, la que verdaderamente me vio jugar, no me reconozca. Y por suerte eso no pasa.

-¿El “Nano” Gandulla que lo llevó a Atlanta y luego a Boca fue su padre futbolístico?
Si. Él fue el que más enseñanzas me dejó. A diferencia de otros, te explicaba lo que tenías que hacer. ¡Te lo demostraba jugando! A parte descubrió una inmensa cantidad de futbolistas; debe ser el entrenador que más y mejores jugadores formó en todo nuestro fútbol. Soy sincero: hoy no sería nadie en el fútbol sino hubiera sido por él.

-En la historia del fútbol, siempre se recuerda el Boca campeón del 69’ dirigido por Di Stefano. “Mane” Ponce dice que fue uno de los mejores equipos que conformó y que usted fue el mejor volante central que vio en la historia.
-(Risas) Sucede que Mane es muy amigo mío…En ese momento se revolucionó un poco más el fútbol. Y no se estaba acostumbrado a ver un volante central que llegue al gol. Me encantaba irme al ataque. Además, había grandes jugadores y muy rápidos .Eso hacía que el equipo tenga mucha dinámica.

-Incluso pregonaban un juego muy ofensivo.
-Si, eso era absolutamente atípico. Completamente distinto a todos los conjuntos que vemos normalmente en Boca. Para mi ese fue el equipo que mejor jugó en toda la historia del club. Ojo, quedamos en la historia porque salimos campeones. Hubo equipos posteriores a ese que también desplegaron un gran juego pero no son recordados porque no lograron el título.

-¿Cómo surgieron sus revolucionarias apariciones en ataque? ¿Eran parte de una táctica de equipo, eran órdenes del técnico o se gestaban producto de su voracidad ofensiva?
-Era mi estilo de juego. Cuando veía la posibilidad de irme al ataque, me mandaba. Lo sentía así. Y esa fue mi forma de jugar siempre. En esos años, mi forma de juego fue como una revolución porque jamás se había dado que un volante fuera goleador. Yo tocaba tan rápido y velozmente que me proyectaba en ataque y convertía. De esta manera, cambió un poco el sistema tradicional del fútbol argentino.

- 1969, estadio Monumental, 35’ de partido y con dos “Madurgazos” suyos empiezan a ganarle la final a River Plate ¿Cuál es la imagen imborrable que tiene de ese día?
-Recuerdo todo: los goles, la vuelta olímpica y los festejos. Era un sueño para mí. Llegar a la final, de visitante, contra el clásico rival ¡Y encima hacer los dos goles! Son momentos que no te podes olvidar nunca.

- Teniendo en cuenta su formidable actualidad futbolística ¿Cuál fue el motivo por el cual emigró de Boca en 1971?
-Yo no tenia ninguna intención de irme del club y por eso me dolió mucho. Sucede que ese año hubo una huelga. Nos vimos obligados a hacerla. Pero (Alberto Jacinto) Armando no quería. No le gusto. Lo tomó a mal. Para colmo quedé como uno de los cabecillas de esa huelga y junto con Marzolini tuvimos que dejar de jugar en Boca.

- Le tocó irse al Palmeiras de Brasil, a priori un fútbol que le sentaría muy bien, sin embargo no logró sentirse feliz como lo había estado en Argentina ¿Cuál fue el motivo? ¿Le costó mucho la adaptación?
-El problema fue que no me pude adaptar a la vida en Brasil. Me había ido de la Argentina, el lugar donde salía campeón, era ídolo de la hinchada… En cambio, ahora estaba solo y muy enfermo. Escribía hasta tres cartas por día a mi familia. Realmente extrañaba bastante. Sin embargo, en lo futbolístico me fue muy bien: cuando llegué Palmeiras hacia cuatro años que no salía campeón, logramos cinco títulos y en la parte económica en un año y medio gané más que jugando seis años en Boca.

-¿Qué diferencias y qué similitudes puede establecer entre el futbol argentino y el brasileño?
-Y…Yo los veo bastante similares. Pienso que es así. Aunque también creo que en Brasil se divierten un poco más. En mi época, si pateabas mal dos veces te daba vergüenza, el público chiflaba y la prensa te hostigaba, en cambio cuando jugué en Brasil no se hacían problema si el tiro salía muy desviado.

-Ganar pocos campeonatos pero jugando un fútbol brillante. O salir campeón de todo con un fútbol no muy vistoso ni ofensivo ¿Que opción elige?
-Yo me quedo con el futbol ofensivo y con los futbolistas que hacen lindas jugadas. De morir tengo que hacerlo con lo que a mi me gusta. Siempre yendo para adelante construyendo y no a los empujones. Elijo el Boca de Di Stefano, “Los matadores” de San Lorenzo y el Santos de Pelé. Acá estamos hablando de fútbol enserio y no de “fulbito”. Estamos hablando de diversión, de pureza técnica. No nos olvidemos que el triunfo es la consecuencia del buen juego.

-¿Qué sentía cuando ingresaba al verde césped?
-Alegría, porque estaba toda la semana deseando que llegara el domingo para jugar. El fútbol tiene que ser eso. Tratar de divertirse dentro de las posibilidades que te brinda el profesionalismo. Antes era distinto: nosotros vivíamos para el fútbol.

-¿Cómo lo ve a este Boca de Ischia, podrá recuperarse de la mala racha?
-Creo que el equipo está un poco desconcertado. Además, tuvo la mala suerte de las lesiones (Palermo, Ibarra y Riquelme) y no se puede esperar que los pibes te salven todos los partidos. No es bueno vivir dependiendo de Riquelme. Pero el campeonato es largo y tiene tiempo para recuperarse. Los chicos juegan bien pero tiene una presión muy grande de ganar o ganar y eso lo están sintiendo.

-Cuando hace referencia a los chicos, ¿Quiere decir que le falta poderío ofensivo?
-Y si. A Boca le falta peso ofensivo. Para un defensor no es lo mismo Palermo en el área, con todo lo que ello implica, que un chico que recién está haciendo sus primeras armas. A esto hay que sumarle que a Riquelme le falta un poquito de movilidad, desmarcarse y encarar un poco más hacia adelante. Ahí sí, realmente, sería un problema para los rivales.

-¿Le gusta como se está jugando el torneo Apertura 2008?
-No. Se pega, se agarra, y se simula mucho. No se cumple con el reglamento. En cuanto a los equipos hay una paridad muy grande; ninguno está un escalón por encima de los otros. También hay pocos jugadores que marquen la diferencia.

-¿Entonces que es lo que le falta al futbolista actual? ¿Las clásicas apariciones suyas?
-El jugador de hoy carece de atrevimiento. Yo veo que cuando el delantero encara y ve que tiene dos rivales no continua su carrera vertical ,sino que espera el auxilio de algún volante, o toca hacia atrás.

-¿Incide mucho en esta merma de calidad en el juego que el principal objetivo del mundo futbolístico sea el resultado?
-Lamentablemente hoy es ganar o ganar como sea. Yo observo que se está priorizando el estado físico y eso hace que los futbolistas estén al límite. Lo que no se dan cuenta es que cuando más se corre, más ligero se anda, existe menos tiempo para pensar. El que tiene que circular es el balón. La velocidad de éste es la que importa.

-Y el periodismo…
La prensa también está equivocada. Bajo este concepto Riquelme no podría jugar porque no tiene velocidad en las piernas. Lo importante es la velocidad mental. Sino Zidane no hubiera sido el mejor jugador del último mundial.

-Roberto Perfumo en su libro “Jugar al fútbol” sostiene que una de las grandes diferencias del futbol de décadas pasadas con el actual es que antes el chico llegaba a primera con miles de horas de potrero en su espalda.
-(Piensa) Puede ser. Vos fíjate de donde surge la famosa pared. Sale de jugar a la pelota en la calle y patear la bocha de goma contra el paredón para eludir a un rival. Eso te está marcando donde todos comenzamos a jugar. Allí adquirimos técnica, habilidad y picardía. Vos jugabas en el empedrado y tenias que dominar muy bien el balón porque salía para cualquier lado. Igualmente, la cantera es inagotable, seguirán apareciendo jugadores aunque en menor cantidad.

-¿Qué es el fútbol par usted?
-Es la pasión de mi vida.

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