miércoles, 25 de julio de 2007

Estos pibes conmueven

Estos pibes ,siguen rindiendo tributo al fútbol argentino. Trazan limites inimaginables, rompen todo tipo de barreras-algunos lucharon desde y contra su anonimato-, ilusionan como lo hace la selección mayor, aunque estos, no defraudan jamás. Estos pibes, cargaron durante todo el mundial sub 20 -que se ganó en Canadá- , con una mochila inmensa. Es por eso que, el merito es inmenso.
En un principio, porque si o si, debían defender la corona obtenida allá por el 2005 en Holanda, cuando Messi y compañía hicieron de las suyas, desplegando un fútbol de alto vuelo. Segundo, porque debían tratar de destacarse, ya que la participación de los mayores en la Copa América, opacaba sus buenas actuaciones. Y para peor, una vez ya consumado el fiasco de la selección ante Brasil, ahora cargaban con la responsabilidad de triunfar y darle algo de respiro al pueblo –futbolero- argentino y por supuesto a la AFA.
En este contexto disputaron la Copa Mundial Juvenil sub 20, ya si grandes figuras como: Messi, Zabaleta ,Gago y Ustari. Pero con otros inmensos jugadores como Sergio Agüero, que se llevo todos los premios posibles; Ever Banega, eje del equipo ,reciente campeón de América con Boca juniors; Maxi Moralez, gran promesa-realidad de Racing de Avellaneda,( y a mi gusto, revelación del torneo)y Ángel Di María, que por su excelente nivel ,seguramente tendrá contados los días en Rosario Central.
El equipo con el correr de los partidos se fue afianzando, y logrando el nivel que su director técnico (y táctico)Hugo Tocalli deseaba. Contó con personalidad y buen juego. Supo anteponer a sus errores defensivos ,el entusiasmo y la entrega en todo momento. Con un Agüero inspiradísimo- figura y goleador del torneo- que tenia que asumir el rol protagónico en cada escena de los distintos partidos. Porque su prestigio internacional, su futuro de crack (¡aun puede mucho dar más!), profesionalismo y amor a la camiseta así lo indicaban. Conmovió verlo desplegar todo su talento, aun en inferioridad física como en la final. Al igual que todos sus compañeros que en ningún momento se la creyeron campeones, que en ningún instante se les cruzó por la cabeza distenderse y mucho menos “cancherearla”, sin importar quien fuese el rival.
Fueron a Canadá en busca de la gloria, privaron sus vacaciones, su cuerpo y su mente de un descanso tentador. Pero no les importa, ellos quieren jugar al fútbol, divertirse y triunfar. Cuando no alcanzó con la táctica y el entrenamiento, apareció la técnica y la picardía criolla del “lungo” Di María y de los “pitufosMoralez, Agüero, Piatti, Zarate, Acosta y ¿porque no? Banega. Cuando la técnica fue estéril frente a la fortaleza física de los europeos, renació ese amor a la camiseta –tan característico en los juveniles, que últimamente no se ve en los mayores-.Renació ese coraje que en definitiva los llevó a lograr lo que añoraban, aun desde la adversidad del resultado-los checos fueron el único rival, que nos empezó ganando- y de un plantel disminuido por las suspensiones de Cahais y Yacob. Porque coraje, como dice Miguel Ángel Ruso “no sólo es tirarse de cabeza a los pies del adversario, sino también pedir la pelota para jugar”. Y esa fue una impronta característica de la Argentina. Siempre el juego al ras el piso, intentando entrar tocando, tirando paredes y gambeteando. Fiel al estilo. Como lo marca nuestra historia.
Sin embargo aquí no hay lugar para las pretextos, porque cuando se pierde se dice, que el rival nos ganó de suerte , porque se levantó bien, o aparecen las famosas frases : “fuimos los mejores del torneo”, “no merecimos perder, “no ligamos”, o “dimos todo”. En fin, somos siempre campeones morales. Por eso hay que aprender- mucho- de los juveniles, que de los últimos 7 mundiales ganaron 5. Que son 6 veces campeones del mundo .Que no conocen de esos asuntos de los grandes. Su edad de la inocencia, tiene la pureza que solo les permite jugar y jugar. Como lo expresaron estos pibes que de su pequeño diccionario sólo conocen unas poquitas palabras, como jugar, divertirse y ganar. Sin embargo tienen esa valentía que sin saberlo nació con ellos, y ojalá que nunca los abandone. Deseo que al contrario de lo que decía el filosofo Emanuel Kant ,estos pibes no salgan nunca de la minoría de edad. No les hace falta, ellos ya son independientes, son capaces de tomar decisiones por si mismos, y a la vez alegrarnos a todos.
Estos pibes son el futuro futbolístico del país. Merecen unas cuantas oportunidades en la mayor. Estos pibes, realmente aman el fútbol. Y tienen hambre de gloria. Esa que nos es esquiva hace 21 años.